La economía y la sociedad dependen de la energía para funcionar, y la electricidad es la valiosa fuente de energía: sin electricidad, las tecnologías de comunicación, los electrodomésticos, la iluminación y la mayoría de los motores y las instalaciones de producción de la industria no pueden prescindir de ella. Pero también puede tener sentido en el sector del calor y el transporte sustituir los combustibles fósiles, anteriormente dominantes, como el petróleo y el gas, por electricidad generada a partir de fuentes renovables. Por lo tanto, la generación de energía juega un papel importante en la conversión del sistema de suministro de energía.
Para alcanzar los objetivos de Energiewende y de protección del clima, es elemental un cambio en la generación de energía hacia fuentes de energía renovables. Mientras tanto, sin embargo, durante un período de transición, las energías renovables (sobre todo la eólica y la solar), así como la energía convencional existente (carbón, gas, petróleo y energía nuclear hasta 2022) van a coexistir. En la actualidad, las energías renovables tienen prioridad sobre la energía convencional en el suministro de energía de Alemania; esto no sólo está estipulado en la legislación alemana, sino que también se debe a que, con sus bajos costes de explotación, reducen la oferta de combustibles fósiles en el mercado.
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